¿LAS CRISIS ENSEÑAN?
CUANDO EL CAPITAL HUMANO MARCA LA DIFERENCIA
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Desde hace varias décadas, entre los temas que aún permanecen en discusión en la Argentina,
se encuentra el relacionado a la importancia que "las personas" tienen dentro de una organización
para que ésta pueda convertirse en un referente positivo del mercado.

Esto sucede no sólo en las empresas que podemos denominar de capital nacional,
sino que también es un planteo que no ha terminado de definirse en las multinacionales,
a pesar de que muchas veces, estén a contramano de la clara concepción
sobre el tema que muestran en sus casas matrices.

Es evidente también, que quienes tienen el "poder" de conducir una compañía,
siempre han puesto de manifiesto la importancia de los empleados,
cualquiera sea su nivel organizacional, en el fin esencial de producir bienes y servicios rentables,
en el sentido amplio del concepto. Pero en la práctica ¿se ve reflejada esa retórica?.

Por muchos aspectos pareciera que no. Cuando se habla de "capital", se sigue haciendo
clara referencia a los "bienes" de los que se vale la Empresa para su actividad productiva,
pero cuando se hace mención a "las personas" que permiten que esos bienes se conviertan
en productos o en servicios, es tradicional hablar de "recursos humanos" ,
casi equiparándolos semánticamente a las "materias primas".

Cuando se piensa en "invertir", muy pocas veces se ha pensado en términos del "desarrollo"
de las capacidades de los empleados y así "la capacitación" se asimila a un gasto
ó la "selección de personal", en un mero trámite.

Cuando se actúa sobre la necesidad de reducir costos, la "nómina" pasa a ser una variable
de ajuste y hasta los llamados "planes de retiro voluntario", muy pocas veces contemplan
"retener" a los más capaces en función del futuro de la Empresa.

Sin embargo una nueva concepción está tomando fuerza y está permitiendo revalorizar
al ser humano en su rol productivo, cuando se comienza a hablar del "capital humano"
y a encarar la necesidad de contar con profesionales especializados en la "gestión"
de dicho capital, ya sea desde dentro de la organización ó desde el outsourcing.

La compleja "crisis" que vivió la Argentina en los últimos años, que se evidenció
en una creciente espiral recesiva, culminó con el caótico desenlace de fines del 2001
y los duros efectos que recayeron sobre el 2002, han logrado que muchas Empresas
comenzaran a "mirar hacia adentro" y a detectar, que algunos efectos habrían sido menos
dolorosos si hubieran contado entre su "capital humano" con perfiles más profesionalizados,
planes de capacitación orientados a la mejora de la performance y un proceso de selección
ajustado a modernas técnicas de detección de los "más capaces".

Esta "nueva visión", se ha evidenciado más en las empresas de retail, donde muchas cadenas,
gran parte de ellas de capital local, orientadas el comercio minorista (electrodomésticos;
supermercadismo),han encarado un profundo replanteo de los perfiles de sus empleados,
en todos sus niveles, pero más profundamente en los de conducción. Observar como
se "rompía la cadena de pagos" y no reaccionaban las áreas de Créditos y Cobranzas
ó como "caían las ventas" y no surgían propuestas superadoras
y proactivas de las áreas comerciales, fueron un "alerta" muy evidente.

En la medida en que la situación tiende a normalizarse,
otras empresas ubicadas en diferentes áreas de actividad, desde las que comienzan
a mirar el mercado interno por tener capacidad para sustituir importaciones
(Ej. la industria del vidrio o la textil) ó aquellas que ven en el mercado externo,
hasta hace muy poco casi vedado, una oportunidad para el crecimiento
(Ej. la industria gráfica) han comenzado a requerir profesionales ó servicios especializados
para colaborar en sus procesos de transformación.

Muchas de ellas, encarando reorganizaciones más complejas aún,
detrás de certificaciones de calidad, para enfrentar el mercado de una forma más competitiva
ó incorporando procesos de "gestión integral" para administrar su "capital humano".

Es evidente que cuando de "encontrar a los más aptos" se trata, el mercado del "capital humano",
con un nivel de desocupación record, parecería ser campo propicio para
"obtener sin demasiado esfuerzo" esos niveles de profesionalidad o experiencia técnica requeridos.

Pero para aquellos que tenemos la necesidad, ya sea desde la línea o desde la consultoría,
de estar "midiendo" permanentemente dicho mercado, la situación no parece tan clara,
ya que la desinversión en capacitación, los largos períodos de "paro laboral"
y la extrema necesidad de reincorporarse a la actividad productiva,
requieren de un proceso "especializado" que permita separar "la paja del trigo" .

Para ello, es preciso utilizar "herramientas aptas" que permitan un proceso de búsqueda que,
desde la etapa del análisis curricular hasta la entrevista de selección, ayuden a "individualizar"
las "habilidades o competencias personales" de los candidatos, entendidas como
"los comportamientos que exhiben las personas de desempeño sobresaliente
y que las diferencian de las de desempeño promedio"
al decir del Lic. J.M. Saracho.

Este proceso, denominado "de selección por competencias", utiliza técnicas concretas
que se inician con la determinación de las "habilidades" que el puesto requiere
para ser desempeñado con éxito, llevando a "quienes necesitan al empleado" a efectuar
una adecuada identificación de las mismas y sigue con la "entrevista por competencias"
que a través de un riguroso procesode interrogación logra establecer su existencia
y el grado en que son poseídas por los postulantes.

El sistema es aceptado hoy en Empresas de distinta envergadura, en función
de la mayor seguridad que da al "proceso de selección", además de la conveniencia
de determinación la "coincidencia cultural" entre candidato y organización, para evitar
que "el más apto perezca en el intento" al no adaptarse a un equipo de trabajo con
características propias.La realización de un "examen psicotécnico complementario",
donde se ratifique, no sólo la aptitud psíquica sino la existencia de las habilidades
identificadas en el candidato seleccionado, completan el proceso.

Es evidente que a veces "las crisis profundas" producen o aceleran cambios convenientes
y pero como dice Jeffrey Caponigro, "los buenos empleados pueden ayudar a superlas,
pero para lograr ese objetivo hay que tomarlos en cuenta"
.


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